El tercer día en Mérida comenzó con un encuentro con Giselle de Rack my world en el CC Rodeo Plaza.

"La moda está por encima de todo, de cualquier tragedia, de cualquier desgracia,
coser es la solución para un diseñador cuando el mundo le da la espalda" 
Raúl de la Riva en Velvet, temporada 3, capítulo 4.

Al llegar al Centro Comercial Rodeo Plaza espera encontrarme con una muchacha de cabellos rizados, un poco más alta que yo y que se conociese Mérida de cabo a rabo.

Nosotros, pensando que –como todo lo demás- el Centro Comercial Rodeo Plaza quedaría muy lejos de donde nos hospedábamos o habría mucha cola, salimos media hora antes. La ley de Murphy había decidido funcionar positivamente y llegamos aproximadamente quince minutos antes de la hora pautada para mi encuentro con Gi.

Del Centro Comercial  recordamos una tienda más linda que la otra. Mucho talento venezolano y lugares ricos para comer y pasar el rato. Es uno de los más nuevos y modernos de la ciudad. Su fachada no le hace justicia a lo bonito que es por dentro.

_Debe ser ella que va a allá –me dijo mi hermano al ver bajarse del ascensor a una muchacha de cabello liso largo y un poco más baja que yo.

_No, ella tiene el cabello rizado –fue mi respuesta.

Al encontrarnos frente a frente –con un poco de timidez- me llevé una sorpresa.  Giselle llevaba, en esta ocasión, sus rizos lisos y –aunque yo tenía unos zapatos con una pequeña plataforma- no es más alta que yo. ¡Qué engaño son las fotos!

No obstante, Gi es tan dulce y bonita como Mérida misma. No se conoce el estado de cabo a rabo –para nuestra sorpresa-, pero tiene ese acento “cantaito” que se te pega con facilidad.

Caminamos y charlamos por largo rato. Las redes sociales te permiten establecer una relación con una persona a kilómetros de distancia y, si tienen la dicha de conocerse face-to-face funciona como si fuesen amigos de toda la vida.

Así fue ese día. Como si visitara a una amiga de otra ciudad a la que tengo tiempo sin ver. Gracias a Gi y a su novio decidimos que el próximo destino de ese día, antes de ir a La Montaña de los Sueños –nuestro asunto pendiente-, sería el poblado de Bailadores. Y esa es nuestra próxima parada.