Durante uno de mis últimos semestres en la universidad para licenciarme como Comunicadora Social, cursé una materia de comunicación visual que se paseaba por la vida de los pintores más famosos de la edad moderna y el arte contemporáneo, para darnos una pizca, con cada uno, de cómo hemos evolucionado en lo que expresamos a través de lienzos, fotos y otras expresiones.
Años después, cursando también el último semestre de una maestría que aún no termino por procrastinar la burocracia del trabajo de grado, me volví a topar con otra materia de un departamento parecido a la comunicación visual y para mi sorpresa con el mismo profesor de la anterior. Profesor que fue también mi tutor de tesis y el Director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (donde estudié e información que no nos va ni nos viene pero que no sobra porque la información y el conocimiento siempre es poder).
Todo este preámbulo es para que no parezca aislado lo relacionada que he estado con el arte en todo este proceso de crecer, hacerme adulta y dedicarme a algo que me guste. Puedo poner la excusa del tiempo para decir que no consumo más, que no asisto a más actividades o que no desarrollo más mi gusto por él, pero lo cierto es que aunque me guste, en mi organización diaria, semanal o mensual, no lo tengo como prioridad -y es algo que quiero mejorar- pero que por ahora no lo tengo. Sobre todo con el tema de la pintura, que es una de mis expresiones artísticas favoritas. Así que por ahora me dedico a leer cosas por internet, ver películas, series o consumir pinturas desde la comodidad de mi computadora.
Lo último con lo que me topé, fue aprender o leer un poco sobre el arte en la antiguedad. Específicamente el arte egipcio y el arte griego, y de allí profundizar un poquito en la pintura. Personalmente, la cultura griega siempre me ha llamado demasiado la atención. La he consumido más que nada por la cultura pop (películas sobre la civilización o su historia) o, también por la universidad, leyendo alguno que otro filósofo.
Del arte griego no sabía mucho hasta toparme con todo el mundo de posibilidades y las miles de pestañas que me permite abrir el buscador. Entre tantas cosas, pude verificar que el estilo de la pintura en el período Helenístico (s.III a.C. – s.I a.C.) es uno de mis favoritos con “uso de la luz, el color y las transparencias.”, tal como indican en Enciclopediarte, y con temas como “los bodegones, las escenas callejeras y los paisajes, en fin, una recreación de temas costumbristas.”, también de mis tópicos favoritos para consumir pintura.
Ahora, del arte egipcio, encontré que “La pintura había sido cultivada con escaso entusiasmo en las primeras dinastías.” Fue años después que se le prestó más atención y sustituyó al relieve. lo que me entristeció pero me hizo pensar en los contextos. Aún así, entendí un poco lo que expresaban en las pinturas los egipcios: “el amor a la naturaleza es constante: hojas, espigas, pájaros, peces, crean una atmósfera de oasis.” ¿Y quién no piensa en un oasis cuando piensa en Egipto?
Sin duda, es un tema que seguiré leyendo y en el que seguiré profundizando. ¿Qué sabes tú sobre el arte en la antigüedad?