Cindy López, Músico, Comunicadora Social, Mércadologo, Conferencista,

Fundadora y Directora de Mercadearte.

Comenzó con la música a los 12 años y probó con varios géneros. En el 2012 empieza a dar conferencias sobre mercadeo. Hizo un Master en Dirección de Marketing Digital y Comunicación Empresarial en Internet.  Tiene un diploma en Effective Business Communication de la Universidad de Cambrigde.

–    Coño, tú haces una vaina que nadie hace, y es que lo haces de manera natural –dijo Luis Daniel González (tecladista de Famasloop).

–      ¿Qué? –preguntó Cindy López.

–      ¡Markenting! –respondió su interlocutor.

–      ¿Qué coño es marketing? ¿y qué tiene que ver eso con mi vida?…  

Así comenzó una nueva etapa en la vida de Cindy López. Una muchacha de solo 26 años con un currículo mucho más grande que su estatura. Dejó de estar frente al micrófono cantando para convertirse en profesora, asesora, conferencista y, lo que le ha dado el título de “emprendedora”, fundadora y directora de Mercadearte, una empresa dedicada a todo lo que tiene que ver con el marketing digital.  

Pero Cindy no comenzó en este mundo por casualidad. Antes de  todos los títulos que tiene (de los cuales no presume ni un poquito, aunque todos la alaben por los mismos), dio un recorrido por el mundo musical venezolano.  Empezó a los 12 años haciendo “soniditos” con una guitarra que tenía su mamá. Para el momento, no sabía qué eran unos acordes, una nota, nada. Fue totalmente autodidacta, “lo que es maravilloso, porque eso te permite empezar a crear desde cero y, además, a no depender de una estructura predispuesta”, dice mientras cuenta la historia.  

A los 13 años ya estaba en una banda de punk. Lo que le ayudó a desarrollar tarima, confianza en sí misma y también donde comenzó a ser conocida por “hacer lo que le daba la gana”. Cindy cuenta de esta etapa de rebeldía absurda: “Yo siempre fui en contra de la norma. En el punk, mientras todos usaban tatuajes y piercings, yo era todo lo contrario. Sobre todo porque era una niña y me vestía con colores claros. Era toda feliz y toda fresa. Siempre he sido cero tatuajes y cero piercings, más bien, me gusta todo lo que tenga que ver con la vida saludable y el ejercicio, sin caer en lo fit, olvídalo, a mí me gusta comer”, termina entre risas.  

Cuando entró al género alternativo, “no era la típica chama que cantaba canciones tiernas y cuchis, sino que les metía un poquito más de comidilla a las letras, era un poquito más existencialista”, comenta. Comenzó a estudiar Comunicación Social porque la música para ella era una herramienta de comunicación y como ésta le encanta, tenía que formarse en algo que le permitiera potenciar lo que ya hacía.

Entre todas las cosas que la música le enseñó  y el por qué ser músico te enriquece  de muchísimas maneras, Cindy destaca: “Primero, porque aprendes a afrontar la crítica y eso es importantísimo para un profesional. Segundo, aprendes a hablar con el público y a entender que todo el mundo piensa diferente. Y sobre todo también a desarrollarte como ser humano a partir de la opinión ajena, pero esa opinión ajena tampoco pode ser certera todo el tiempo, porque no es así. Uno tiene que estar muy claro de quién es. Entonces, lo más importante de ser músico es que te forja una confianza brutal y la confianza es la clave para tener éxito, sin duda alguna”.  

“Yo lo tomé como una experiencia para aprender. Para saber gerenciar un equipo de trabajo. Porque obviamente yo no tenía manager ni nunca lo tuve, y  yo estaba obligada a comprar los tickets aéreos, a cuadrar los hoteles, o sea, a hacer de productor, y al mismo tiempo a ser la cabeza gerencial de todo el proyecto.  Aprendes el manejo del capital humano, que es lo más difícil dentro de la música y dentro de la organización”, continúa.

Ya para este tiempo, Cindy empezaba a relacionarse con el mundo de la publicidad: “A medida que fue pasando el tiempo me di cuenta que era una persona mucho más segura, que entendía cómo era el feedback con el consumidor, que tenía la posibilidad de analizar el entorno de manera rápida porque ya tenía experiencia y, que además, la música me permitió entrar en el mundo publicitario, porque como las marcas siempre quieren relacionarse con arte, entonces me buscaban a mí para hacer X campaña, o para hacer un jinglé publicitario, etc. A partir de ese tiempo me di cuenta que me encantaba toda esa área publicitaria, pero no sabía cómo se llamaba ni qué hacía”…

Lo que nos devuelve al principio. A su conversación con el tecladista de Famasloop Luis Daniel González. Quien acto siguiente de decirle que lo que ella hacía se llamaba marketing, le recomendó un libro de Bob Baker llamado Guerrilla Music Marketing. Cindy, que para aquel momento sólo era músico, se sintió interesada y se dijo a sí misma: “vamos a leer esa vaina a ver qué es”. Cuando lo hizo se dio cuenta que, efectivamente,  sí hacía muchas cosas que el libro planteaba. Fue en ese momento que decidió empezar un proyecto que le permitiera enseñar a otras personas a mercadearse.

Y así fue como comenzó Mercadearte. Más o menos por allá en el 2012. En sus inicios, la empresa estaba destinada a enseñar a los artistas cómo promocionarse, pero al hacer la primera convocatoria y darse cuenta que de 30 personas convocadas, aproximadamente, sólo 5 eran artistas, se dijo: “ah, pero ya va, aquí es donde está el negocio, entonces”. Y pasó 6 meses dictando conferencias. Luego se dio cuenta que tenía una demanda increíble fuera de Caracas y se fue un año de gira alrededor de Venezuela.

“A partir de eso me di cuenta que la música me había dado lo mejor de la vida que era tener confianza, saber cómo hablar con la gente, desenvolverme muy muy bien y tener un sexto sentido agudísimo, donde  podía saber cuándo alguien estaba mintiendo y cuándo alguien no. Y ya que lo aprendí con la música, por qué no ponerlo en práctica con algo que quizás me da un poco más de dinero, me dije para ese entonces. Y así comencé a invertir en la organización, para el momento ni siquiera se llamaba emprendimiento. Eventualmente me empezaron a llegar clientes y, para mi sorpresa, eran internacionales. Personas a las que les gustaba mucho la propuesta. A este punto, yo me había ido a Madrid donde hice una especialización, tengo un diploma de la Universidad de Cambridge, equis, hice un montón de cosas y me vine a Venezuela. Llegué y pasé a ser la super heroína de un montón de gente solo por tener un montón de títulos. Lo que me parecía absurdo”, cuenta para ir finalizando.  

Con todo eso, Cindy se dio cuenta que podía ayudar a la música haciendo algo que le encantara  y resultara más rentable.  Hoy en día Mercadearte es una empresa dedicada totalmente a todo lo relacionado con el marketing digital y su directora, esa muchacha de sólo 26 años, es una de las personas con más influencia en tema de “emprendimiento” por todos sus logros y conocimiento sobre el mundo del marketing. Y aunque no descarta la posibilidad de volver a cantar, declara: “Estoy haciendo mucho más para mi industria estando como corporativo que siendo músico”.  

Una palabra sobre cada lugar:

Rusia: Guerra

Francia: Vino

Alemania:Familia

Norteamérica: Marketing

Inglaterra: Frío

Latino américa: Progreso  

Entre gustos y colores:

Un lugar: La montaña

Un Libro: Inteligencia Intuitiva de Malcolm Gladwell

Una película: Jeux d’enfants

Un icono: El amor

Una canción: Oh, darling! De The Beatles

Una época: los 90

Un álbum: Tragic Kingdom de No doubt

Besis,
M.