Threads, generación sliving, Patreon, mi vida en una maleta y el no-verano
Creer es crear
¿Realmente necesito otra plataforma para compartir contenido? Me pregunté un día mientras escribía en mi journal. Café al frente, lapicero en mano, tinta sobre el papel. Estaba teniendo este dilema ante mi plan de abrir Patreon para tener todo condensado en un solo lugar y el mundo (o bueno, Mark Zuckerberg) respondió con una nueva red social: Threads.
No, no es que necesitamos más plataformas. Al fin y al cabo puede que no necesitemos muchas de las cosas que queremos poseer. Es que queremos continuar compartiendo información, contenido, experiencias. Socializando. Ayudando a otros. El milagro es un artista compartiendo con otro dijo Julia Cameron y como el arte no tiene fin, es válido buscar nuevas formas de compartirlo. Así que he entendido el lanzamiento de Threads como una señal para confiar en que mi necesidad de crear y compartir puede ser saciada también a través de una membresía. Porque lo cierto es que también tengo que encontrar maneras de que sea sostenible para mí el esfuerzo monetario y energético que a veces imprimo en compartir mi experiencia y conocimiento con el mundo.
A propósito de la sostenibilidad, tengo un nuevo término con el que quiero vivir by. Sliving. O bueno, Generación Sliving, porque Sliving solo lo usan para otra cosa. El término o la idea de Generación Sliving viene de Miguel Ángel Tobías y trata de juntar (sin distinción de edades como otras clasificaciones de generación) a todas las personas que quieren vivir de manera más sostenible, es decir “a todos los individuos que están preocupados y dispuestos a hacer algo por mejorar la vida y la salud de las personas y el planeta”. Por supuesto que dije: sí soy.
Sí soy y quiero empezar por mí. Este año le he dado mucho la vuelta a mi adicción por la productividad y el trabajo. Honestamente me encanta trabajar, pero también es cierto que me gusta saber que puedo dejar de hacerlo si quiero. O tener esa opción y no creer en el “tengo que hacer”, sino vivir en el “quiero hacer”. Estoy en ese proceso y a veces tengo altas y bajas. Hay semanas en las que me siento contrarreloj. Hay días en los que amo no sentir la presión de tener que responder el teléfono apenas me contacten o saber que lo que se tiene que hacer será hecho porque lo disfruto y quiero hacerlo.
Este texto continúa en la carta del mes, próximamente publicada como editorial en LCS to go, la revista digital que puedes obtener suscribiendote a mi Patreon.