Conociendo otro rinconcito mágico de Caracas: El Centro de Artes Los Galpones, el complejo cultural que llena de magia Los Chorros.
"Abre los brazos al cambio, pero no sueltes tus valores." -Dalai Lama.
Tomas Eloy Martínez dijo que bastaba con releer a José Martí o Rubén Darío para darnos cuenta como el talento narrativo daba a la realidad una especial luz. No con esas palabras, pero la idea gira en torno a la belleza de la realidad a través de una narración. Incluso el sitio más soso del mundo puede parecer interesante si se le narra con dedicación.
No es el caso, por supuesto, del Centro de Arte Los Galpones. Aunque su librería Kalathos estuvo cerrada la última vez que estuvimos de visita y no pudimos enriquecernos la vida mediante la lectura. Ni aunque su Espacio Monitor (G1) estuvo en mantenimiento, aguardando una nueva exposición, y no pudimos adentrarnos en el mundo del arte. A pesar de que estos dos galpones sean algunos de los atractivos más sobresalientes de este complejo, sin ellos, aun puedes disfrutarlo.
Así que fuimos y caminamos entre sus paisajes verdes. A la entrada, su Café Bon Appetit y esa edificación hermosamente alzada entre jardines verticales que sólo si eres amante del sonido te das cuenta de que pertenece a Abson. Y si no nos desviamos hacia la tienda de música, podemos seguir hasta el final del pasillo y conseguirnos con Hache Bistró, donde los tequeños de hojaldre roseados con miel más deliciosos de Caracas te esperan.
La historia del Centro de Arte Los Galpones de Los Chorros
Y pensar que todo este lugar fue construido por el ingeniero Melchor Centeno Vallenilla durante el año 1943 para investigaciones científicas, pero ha terminado siendo un lugar de encuentro para todo tipo de arte. Contradictorio solo si no se cree que la expresión artística es otra forma de progreso.
El cambio en el aspecto estructural fue oficialmente realizado con la asesoría del arquitecto José Alberto Rivas y el 11 de diciembre de 2005 es el día en el que se puede decir que Los Galpones se convirtieron en lo que son hoy. Especialmente el galpón denominado Periférico Caracas Arte Contemporáneo (G1), cuya reconfiguración estuvo a cargo de Jesús Fuenmayor.
Una de las características más importantes de este Espacio Monitor es que puede dividirse de muchas maneras sin perder su cualidad museográfica, lo que también lo hace casi único en Venezuela. Su objetivo principal es promover artistas de reconocida trayectoria, cuyos originales y sobresalientes lenguajes de expresión les ha merecido reconocimiento, proyección y visibilidad nacional e internacional, así como en creadores jóvenes y emergentes que aportan valiosas e innovadoras visiones al arte contemporáneo.
Pero entonces descubrimos que también hay otro galpón, el G2, la Galería Parenthesis, dedicado al arte plástico y el G2, D’Museo, tiene bellas obras de grandes maestros de la pintura venezolana. Miramos desde afuera, porque es martes al medio día y recién todo está abriendo. También porque todo está muy solo y la timidez o nos deja entrar.
Nos damos cuenta de que Los Galpones son un pequeño pulmón verde en Los Chorros. No sólo tiene uno que otro árbol que aporta sombra y frescura, sino que varias de sus edificaciones ahorran pintura con sus bien cuidados jardines verticales en cada pared. De paso, nos enteramos que son 15. Entre propuestas visuales, musicales, gastronómicas, escenificas, literarias y cinematográficas, son 15 los lugares en los que se puede disfrutar de alguna expresión artística. Y son 44 los árboles que lo convierten en un pequeño órgano de respiración. En sentido biológico y hasta figurado.
Nos sentamos en las sillas afuera del Espacio Monitor, el periférico de Caracas Arte Contemporáneo o G1. Esas que son plateadas (porque probablemente el material sea un metal muy fuerte) y bonitas. Modernas. Para retirarnos, pasamos por un mural que será la bienvenida a la muestra de Carlos Zerpabzueta titulada: “A= (RF+ FR) x CC ARTE ES IGUAL A LAS PARTES REALES DE LA FANTASIA MAS LAS PARTES FANTASTICAS DE LA REALIDAD POR CURIOSIDAD CREATIVA” expuesta en D’Museo.