My life as Carrie Bradshaw versión update para los que no me conocen desde antes y un “ahora sí voy a retomar este espacio como siempre he querido.”
De donde vengo…
Este blog comenzó en noviembre del 2014, justo el 05, esa fecha se ha vuelto muy especial para mí. La celebro como el cumpleaños de mi primer hijo. Un hijo que este año cumple 7. El primer post se llamó “envision” que, al azar, fue la palabra que un calendario de pared eligió para el mes y lo aproveché para hacer la “editorialización” o lo que yo llamaba así en esos años de bonanza -y mucho trabajo duro- de este espacio.
Cada inicio de mes hablaba de lo que iba a ocurrir en él, de qué temas íbamos a hablar, cuáles serían las tendencias por la que apostaría y algún que otro tema sorpresa. Tal como la primera página de las revistas. Y esa era la meta: hacer de esto mi propia revista.
En esa época de bonanza del blog, todo tenía su orden: los lunes eran de moda y estilo personal, fijo. Esos posts que contaban la historia u origen de alguna tendencia o te enseñaban cómo utilizarla, desde el estilo personal o con la excusa -o el apoyo- de mostrar algún look propio. Como cuando comenzamos a usar demasiados denim shorts a la cintura, o el how to style un LBD que también contaba el porqué de la popularidad de los black dresses, o cuando decidí que lo único que quería utilizar durante el verano eran white dresses. ¡Qué verano!
Los jueves eran de viajar. Y cualquier destino era una buena idea para contar su historia o recordarla. Desde lugares locales y aprender que “mi ciudad también es un destino de viaje para otros” y “cómo ser turista en mi propia ciudad” como dice mi amiga Remly; hasta viajes que hice años antes, o los que quería hacer, o los que iba haciendo a medida que los iba narrando.
Los miércoles y domingo se distribuían entre consejos de productividad, motivación e inspiración y publicaciones sobre arte y cultura: listas de películas, libros, eventos o lugares que recomendaba a todos los apasionados del tema. Este espacio era yo “en todo mi esplendor”. Todo lo que me gustaba o hacía estaba -está- aquí.
2014 y 2015 fueron de aprender mucho el know how de todo y luego, desde el 2016 en adelante, con mucho trabajo, este blog y mis redes sociales -que nunca han sido demasiado populares y eso comprueba lo posible que es la vida digital freelance si uno se lo propone- fue mi fuente principal de ingresos. Estuve en donde siempre quise estar desde que lo cree: me dedicaba todos los días, casi como horario de oficina, a crear contenido y vivir la vida para contarla. Y tenía una retribución monetaria por eso. En algún punto, una circunstancia u otra me hizo casi literalmente abandonarlo todo. Se podría resumir a que llegué donde siempre había querido y en lugar de hacer o tener “una meta más grande” en la misma línea, me fui por otro lado. Coincidí con otras cosas que me apasionaban y me olvidé un poco de él. Desde entonces, he tratado de retomar, estos últimos dos años, sin mucho éxito. Pero ya es momento de hacerlo porque si algo une todo lo que hago en mi vida es la escritura y este blog es el espacio en dónde más la puedo desarrollar.
De ahí viene este blog. De ahí vengo yo.
A dónde voy…
La verdad no lo sé. Tengo mil “finales alternativos” para mí. O muchos caminos que quiero seguir. Pero pensar en eso no hace más nada que alimentar la ansiedad por el futuro y prefiero saber que estoy viviendo en el presente y mis decisiones, esas que estoy tomando según lo que me hace feliz hoy, me van a llevar a cualquiera de ellos.
Confío en que siempre se trabaja desde el hoy para el mañana y aunque sea una forma de “placer a corto plazo” o del “you only live once (yolo)”, todas las metas que he cumplido y los caminos a los que he llegado han sido porque siempre estoy desde el hoy dispuesta a cumplir lo que quiero a largo plazo. Sin que eso signifique estar ansiosa o pensando demasiado sobre lo que pasará. Sí, hay ciertas cosas que guían mis decisiones y tienen que ver con el futuro, y confío también en la ley de la atracción.
Por ahora, voy a escribir. Y a tomarmelo en serio. En serio como hace unos cuatro o cinco años cuando actualizaba este blog por lo menos 4 veces a la semana. No me pidas tanto ahora, por favor. Pero trataré, o comenzaré con, por lo menos 4 veces al mes. Sin decir que lo haré una vez a la semana. Sin promesas. A mi ritmo. Pero con la mente en que no volveré a abandonar este espacio tanto como lo he hecho en los últimos meses dónde la constancia ha sido tan difícil de lograr.
¿De qué voy a hablar? O escribir, mejor dicho. Volveré a recordar mis viajes, porque quiero atraer más; volveré un poco a hablar sobre moda, porque es otra de las cosas que me interesan, retomaré, en general, mi vida cultural y eso eventualmente también traerá esos temas por aquí. Pero poco a poco. Sin forzar nada, como he dicho.
También voy a escribir sobre escribir. Eventualmente. Porque aunque no soy la referencia más ejemplar, lo único que traza todo lo que hago es mi vocación a la escritura, que se manifiesta de diferentes formas. Y porque no se trata de compararme en experiencia con otros, sino de compartir lo que he podido aprender en estos años de amor y aprendizaje sobre ella, con otros a los que pueda servirles de algo. ¿Qué es el conocimiento si te quedas con él?