Alexandra Braun habla sobre su próximo sueño a cumplir: el estreno de Mi encuentro con Monroe, una obra sobre lo que no conocemos de Marilyn.

«Soy una mezcla entre lo simple y lo complejo, pero aprendí a comprenderme a mí misma». Marilyn Monroe en The Saturday Evening Post, Mayo 1956.
 

Llegué al Campus de Uriji en Caracas, justo por los lados del Country. Llamé al timbre. Mi corazón latía violentamente porque, aunque sabía lo que me esperaba, siempre estoy nerviosa antes de una entrevista. Cuando abrieron la puerta quedé asombrada. Frente a mi había un espacio donde los sueños parecen posibles y el caos de Caracas lejano.

Jean Clauteaux, Enrique Coll, Johana Duarte y Alexandra Braun, mi entrevistada del día, compartían una mesa blanca en forma de ovalo en el centro del lugar. Al notarme, la conversación terminó y todos se dispusieron a saludarme, atenderme y presentarme oficialmente la habitación de los sueños, que es así como la versión moderna de Sala de los Menesteres en Harry Potter.

Unos New Balance 991 de Steve Jobs, la primera Macintosh, el primer iPhone, una bandera de Venezuela y una de Francia son algunos de los objetos que más destacan de un cuarto en el que, fácilmente, pueden haber más de mil cosas distintas, sin contar las que hay fuera de él, regadas estratégicamente por todo el campus.

Entre todos esos elementos históricos, hay muchas cosas de Marilyn Monroe. Muchos libros y material sobre ella. Además de decenas de productos de los años sesenta como teléfonos y secadores de cabello. Utilería perfecta para una obra sobre la actriz, el gran sueño de Alexandra desde que comenzó a estudiar actuación e hizo una escena de After the fall (Después de la caída), pieza en la que se hace una lectura de propia experiencia de Monroe a través del personaje principal.

El sueño de Alexandra se cumplirá el próximo año cuando estrenen Mi encuentro con Monroe, obra de teatro dirigida por Julián Izquierdo en la que la actriz venezolana ha estado trabajando por alrededor de nueve meses. Ha participado en el guion, la producción y hasta en un libro sobre el detrás de escena del montaje.

El comienzo de todo

Desde hace dos años Alexandra y Karina Braun han estado haciendo unos eventos llamados Encuentro Glam a beneficio de Senos Ayuda. La dinámica consiste en vender piezas icónicas intervenidas por grandes artistas venezolanas. El primer año se realizaron unos espejos y Jean Clauteaux, creador de Uriji Jami, compró el de Shirley Varnagy. Como nada en la vida es azar, Alexandra decide entregar personalmente todos los espejos y conoce el Campus de Uriji y todas sus maravillas.

A partir del encuentro se descarga la aplicación, postea su sueño y después de muchas conexiones e historias, Jean la anima a comenzar a trabajar en la obra que siempre ha querido hacer. Así es como nace Mi encuentro con Monroe. A partir de un sueño que generó muchas conexiones que se canalizaron para hacerlo realidad.

Mi encuentro con Monroe, la verdadera Marilyn

Alexandra Braun habla sobre su próximo sueño a cumplir: el estreno de Mi encuentro con Monroe, una obra sobre lo que no conocemos de Marilyn.

Marilyn Monroe es icono pop reconocido mundialmente por ser la rubia sexy de muchas películas. De alguna manera, el tiempo la condenó al estereotipo de actriz de comedia que se dedica a salir con hombres muy importantes y exhibir sus curvas por todo Hollywood y el mundo. A pesar de ser un icono tan famoso, mucha gente se ha quedado con lo superficial. Con la rubia sexy –y hasta tonta- que estaba loca.

La verdad es que ella quería ser reconocida como una actriz seria de drama y nunca tuvo la oportunidad de demostrarlo. Casi todos sus papeles estaban enfocados a la comedia o el símbolo sexual. Incluso aquellos que no tomó. Como el popular personaje de Holly Golightly que acabaría inmortalizando a Audrey Hepburn y su Little black dress de Givenchy.

Marilyn era la opción de Truman Capote para llevar a la gran pantalla a la protagonista de su Breakfast at Tiffany’s, pero su representante no quiso que interpretara un personaje que tenía implícito la prostitución. Sin embargo, su vida amorosa la llevo casi al mismo camino que estuvo evitando.

Alexandra Braun como Marilyn

Escuchar la contagiosa risa de Alexandra es casi como revivir las campanillas de Marilyn en sus momentos más alegres. Como ese vídeo en el que se carcajea mientras se da un chapuzón. Cada vez que la actriz venezolana ríe, su deseo de interpretar a la estadounidense se hace presente.

A partir de todas las películas que vio, los libros que se leyó, y la información que investigó sobre Monroe, se dio cuenta que detrás de todos los escándalos, titulares y mitos, Marilyn fue una mujer muy susceptible y alegre –a pesar de su patología de esquizofrenia y depresión- con quien compartía muchas características en el tema de la carrera. Además de tener una risa muy parecida, por supuesto.

A ella también le costó mucho que el público la viese como una actriz seria. Ale tiene 15 años en el medio, de los cuales los últimos cinco han sido actuando y ahora es que las personas están aceptando que sí, ella sabe actuar. Para ello tuvo que pasar por Hasta que la muerte nos separe, película que la llevó a cumplir otro sueño y protagonizar un largometraje extranjero llamado UMA, próximo a estrenarse.

Con la obra espera reconfirmarse como una actriz seria -algo que a Marilyn no le dio tiempo de hacer porque murió-, ya que, lejos de ser una comedia, el montaje apuesta a lo íntimo, al drama, hacia la Marilyn que casi nadie se ha dedicado a promover. Y es que la vida de la actriz no fue ninguna comedia.

Poco a poco la obra se ha convertido, para Alexandra, como una forma de llevar a cabo lo que Marilyn no logró. Como si la actriz por un momento reencarnara en su cuerpo y pudiese interpretar el papel de drama que nunca obtuvo. Para la venezolana el montaje representa un sueño que muchos no entienden, pero que posiblemente a todos encante.

La obra

Estará conformado por cuatro actos en los que se dará a conocer cuatro aspectos distintos de la actriz. Durante el primero, se muestra a la que todo el mundo conoce mediante uno de los recuerdos más populares sobre Monroe: cuando le cantó el Happy Birthday a Kennedy. Esa noche en la que llega después de haberle cantado a uno de los hombres de su vida servirá para revelar mucho sobre su lado íntimo.

En el segundo ahonda en la locura. Las cartas, la prensa y todas esas emociones que le generaba la interacción con periodistas y fotógrafos, a quienes amaban cuando la adulaban y odiaba terminantemente cuando publicaban algo que no le favorecía. Alexandra se apoyó mucho en un libro de Marilyn y el affair con los periodistas que se encuentra en Uriji.

Para el tercer acto se escenifica la última entrevista. The last interview. La que le hizo Richard  Merryman para la revista Life. Todo será exactamente como sucedió durante el año 1962. La expectativa es recrear los momentos exactos y todo lo ocurrido durante ese año.

El último acto revela la aventura de Marilyn con Frank Sinatra, el que se podría considerar el último hombre de su vida y esa parte que casi nadie llegó a explorar demasiado.

Mi encuentro con Monroe es una obra escrita entre, Ale, Bárbara Parra y Enrique Coll. estará en la sala de conciertos del B.O.D. durante la temporada abril-junio y todo el equipo espera, más allá de que sea un éxito y poder llevarla afuera, un estruendoso aplauso cada vez que baje el telón.

Pronto disfrutarás de la obra #miencuentroconmonroe