Terminar la carrera es poner fin a un ciclo muy importante y por ello había que hacerlo de la mano de una marca que ha estado desde el principio, este fue mi outfit Mariana Camacho para mi graduación. Pueden ver fotos de la Entrega de medalla aquí y de la Entrega de título aquí.

Cuando me pongo demasiado personal, corro el riesgo de brincarme uno de los valores que más he querido dar al contenido del blog, que es la utilidad. Quizás lo narrativo no sufra demasiados daños, pero lo de la información útil es todo un reto si lo que cuento es demasiado a mi manera. En el #storytime de la carrera (Parte I y Parte II) les mostré las fotos sobre los días de la entrega de la medalla y el título. Curiosamente no hablé de ninguno de esos dos momentos. Hoy muestro directamente el look con el que recibí mi título -debajo de la toga- para contarles sobre esos días. 

Si me siguen en Instagram, habrán leído cómo es que olvidé darle la mano al Decano de la Facultad de Humanidades y Educación el día en el que nos entregó la medalla. Copio el caption:

Los encargados del protocolo de la Facultad de Humanidades hacen un buen trabajo. Te explican cómo tienes que llevar la medalla, cómo se la vas a dar al Decano, cómo te la pondrá y lo que harás después. 

La expectativa: Llevas la medalla en tu mano derecha con la «cara» hacia afuera de manera que quede de frente, se la entregas al Decano, con la mano izquierda te quitas el birrete y lo colocas debajo del brazo, después de tenerla en tu cuello, estrechas la mano -derecha- con el Decano , y en algún punto de todo eso tu mano izquierda vuelve a ponerte el birrete, para continuar caminando a terminar de saludar. 

La realidad -o la realidad de Michelle: lleva su medalla en la mano derecha y se la entrega al Decano, hasta ahí todo bien, después se quita el birrete con las dos manos, espera que le pongan la medalla y se lo intenta volver a poner mientras el Decano, mano extendida, le dice dos veces -seguidas- «felicidades, Michelle», a lo que ella responde «gracias» y se dispone a avanzar poniéndose su birrete.

Evidentemente, más temprano que tarde -o eso es lo que hay que creer-, se da cuenta de que hay una mano ahí esperando por la suya, así que detiene su acción de volver a ponerse el birrete y hace lo que se supone que la gente hace cuando se equivoca: sonríe, le da la mano y sigue caminando

El día del título fue más normal, aunque sentí mucha más emoción. 1) El título es más importante, evidentemente y 2) el discurso de la rectora es mil años luz mejor que el del Decano. También porque la decoración de la tarima del Aula Magna es mucho más bonita este día. Todos la comparamos con Hogwarts. Son las banderas de todas las facultades y las sillotas de monarquía en las que se sientan las autoridades de la Universidad. 

«We dream of places that we could go, castles with the strange glow, people that we don’t know… I remember. We left the life that’s ordinary from the start, we looked for strange things ‘cause that’s just who we are,  found me the edge of something beautiful and loud, like i’m picturing now…» Stranger things – Kygo

Finalizar la carrera es terminar todo un ciclo en mi vida. Lo conté con motivo de los tres años del blog, pero lo repito: cuando inscribí el último semestre de la carrera me dije que no me apetecía trabajar en ningún medio venezolano y que quería que el blog fuese mi trabajo principal. Lo logré. Dos años después es mi fuente principal aunque no me esté haciendo millonaria. A lo que voy con esto es que terminar la carrera es estar oficialmente en el mundo de los adultos. Pero más allá de todo eso, es agrupar todos esos conocimientos que ya estaba implementando y canalizarlos mucho mejor para lo que se viene. 

Mucho de los valores centrales del blog, sus características y sus objetivos están fundados en cosas que fui adoptando de la carrera. El segmento Retratos y Enceuntros, inspirado en un libro de Gay Talese, es uno de mis favoritos -aunque no lo haga con frecuencia- y nació a partir de la materia Periodismo II. Me gustó tanto una de las prácticas de esa materia que me dije que podría hacer eso toda la vida en mi blog. He fallado un poco, porque requiere de bastante esfuerzo de mi parte, pero hay unas cuentas entradas ahí que son bastante importantes para mí. Y de allí viene el deseo de vestir Mariana Camacho en uno de mis looks de graduación. Ella fue una de las semblanzas que más disfruté hacer y una de las diseñadoras que más me ha apoyado desde que sabe de mi existencia. No encontré nadie mejor para cerrar este ciclo, que una marca que ha estado desde el comienzo.