Tres fases que existen en la creación y vivencia de la vida de tus sueños cuando aprendes sobre gestión de tiempo.
“El ser humano se define según la manera en la que organiza su día y, con ello, su vida. ”
Marian Rojas Estapé
Todo el mundo habla de la disciplina de hacer y lograr las cosas cuando tienes una lista enorme de pendientes, eso es lo que a veces llaman buena gestión de tiempo. Cuando tienes presión externa y crees que necesitas cumplirle a otro. Sí, digo crees, porque todo compromiso que tomamos, incluso cuando en el exterior parece ser con otra persona o un ente externo, es una elección personal.
Incluso aunque no te guste tu trabajo, tú lo has elegido. Si estás en una relación (sea de la índole que sea) en la que sientes que estás perdiendo tu tiempo, tú has decidido estar ahí. Y así con todo. Si en estos momentos estás viviendo con incomodidad… ¿Quién crees que puede hacer que pases al otro lado?
Nos pasamos la vida buscando responsables y a veces cuesta entender que si no hay cambios o elecciones desde adentro, no serán sostenibles. Si eres productivo porque quieres cumplirle a otros, quizás dure un tiempo, pero… ¿qué va a pasar cuando no tengas esa presión externa o la lista sin terminar de cosas pendientes?
Es paradójico, pero siempre estamos deseando tener tiempo libre, y cuando lo tenemos no sabemos qué hacer con él. Decimos que queremos dejar de sentirnos contrarreloj, pero no asumimos que nuestra productividad (tóxica) a veces depende de esa adrenalina de tener un deadline. Es un círculo vicioso en el que te cargas de cosas para poder ser “disciplinado” y “productivo”, te quejas de no tener tiempo para descansar, logras salir de los pendientes, no sabes qué hacer con tus minutos y vuelves a cargarte de cosas.
La salida es el equilibrio que viene con la verdadera disciplina: hacer lo que tienes que hacer por un compromiso contigo. Hacer una planificación y distribución de tareas en el que fluya todo con tranquilidad y haya espacios para el descanso sin culpa porque tienes todo bajo control.
¿No lo has pensado? Pocos o casi nadie habla de que la verdadera disciplina es hacer lo que tienes que hacer cuando el compromiso no es con alguien más, sino contigo. Cuando tu dictas tu tiempo o te consigues con que, de hecho, te pertenece, y debes tomar la responsabilidad. Cuando quizás por mucho tiempo todo se trato del “to do” infinito con fechas límite y has decidido tomar el control de tu tiempo. Es incómodo y terminas entendiendo que todo se trata de tu vida en general porque lo que haces con tus minutos no es muy diferente a lo que quieres hacer con tu vida.
3 fases para llegar a una gestión de tiempo alineada contigo
Incomodidad
Todos la sentimos en algún momento. Bien sea porque tenemos esa lista gigantesca de pendientes que no vemos terminarse nunca y “no nos deja hacer las cosas que verdaderamente queremos” o porque tenemos demasiado tiempo libre y sentimos que lo perdemos “porque hay muchas cuentas por pagar o cosas que podría estar haciendo”.
Es el círculo vicioso anterior. Si has pasado de rendirle cuentas a alguien más a tener tu propio proyecto y no saber organizarte, o simplemente saber que si tú no decides qué hacer con tu tiempo (aunque hayas decidido trabajar para alguien más) otros deciden por ti, o han estado decidiendo por ti, debes haberte sentido incómodo con la situación.
La incomodidad es el despertar. Si un día te levantas y resulta que no tienes razones, motivos ni responsabilidades externas para levantarte cada día a cierta hora y “hacer cosas”, puedes pensar que no tiene sentido hacerlo, hasta que te das cuenta que la verdadera razón por la que hacemos las cosas es porque queremos. Porque lo decidimos. Porque tienes objetivos y metas que quieres lograr por ti y no por otros.
Tomar responsabilidad
Mucha gente se queja de los horarios, el trabajo de oficina, los jefes… y sí, es una elección personal. Porque… si se los quitan ¿qué hacen? ahí está el secreto de cuando hacemos algo por nosotros o por otros. Tomar responsabilidad y hacerse cargo de nuestra vida es difícil. Significa que tú eres el único responsable de todo lo que te pasa o lo que haces con lo que te pasa “externamente” y eso nos da miedo. No tener a quien echarle la culpa o responsabilizar por nuestras perdidas de tiempo nos da miedo.
Es más fácil decir que no puedo hacer ejercicio o tener hobbies porque mi horario de trabajo es muy estricto y me deja muy cansado, a decir que yo estoy decidiendo no hacerlo porque prefiero invertir ese tiempo en otras cosas. La respuesta siempre está en nosotros mismos porque el secreto de la gestión de tiempo es la conciencia en lo que estamos decidiendo hacer.
Entonces, si te cuesta tomar responsabilidad y acción, ante la pregunta ¿qué hago con mi tiempo? pregúntate mejor: ¿qué quiero hacer y lograr en mi vida?
La vida de tus sueños
Hacia dónde vamos determina nuestro presente. Si yo quiero ser una “periodista reconocida” lo que tengo que hacer hoy es averiguar cómo comenzar ese camino. Si yo quiero tener un cuerpo definido porque es la imagen que quiero dar y eso me va a hacer sentir bien, ¿qué tengo que hacer para lograrlo?
Si mi vida ideal es una en la que no voy en contrarreloj, sino una en la que todas las tareas tienen su momento y lugar y me siento en paz con ello, ¿qué tengo que hacer hoy? Esto último ha sido mi trabajo de los últimos años y debo decir que justamente enfrentarme a los espacios vacíos ha sido lo más difícil.
He aprendido que no sabemos descansar. No sabemos tener tiempo libre. Se nos hace difícil encontrar el equilibrio entre sentir que perdemos el tiempo y no ser esclavos de la productividad tóxica. El círculo vicioso. Pero he conseguido que todo está en la conciencia, intención y presencia.
El punto medio, ese equilibrio, esa plenitud, esa paz está en saber que tú has elegido -con conciencia- hacer eso con tu tiempo porque es lo que quieres hacer -con intención- en ese momento y que eso responde con tus objetivos por lo que estás tranquilo en el hoy -con presencia-.
Bonus track (o spoiler alert!) de la gestión de tiempo
La incomodidad, toma de responsabilidad y vida de nuestros sueños es un proceso que estamos constantemente viviendo. La idea es que los tiempos que pasamos entre las dos primeras fases y la última sean cada vez menores o casi inexistentes. Que al sentirnos incomodos podamos tomar responsabilidad con rapidez de lo que queremos crear y seguir viviendo la vida de nuestros sueños.
Es cliché pero lo único constante es el cambio y que como dijo Marian Rojas Estapé: “el tiempo es el bien más democrático que existe”. Todos tenemos el mismo. También todos nos exponemos a los cambios constantemente. Las personas más felices son las que toman su parte de ese “bien” que para todos está disponible en partes iguales y no simplemente lo dejan pasar y que otro lo tome. Recuerda: si tú no decides qué hacer con él, puede que otros lo hagan por ti. Tus minutos te pertenecen. El tiempo es nuestro.
¿Has pensado en esto alguna vez?