Escribir sobre escribir. Dar el primer paso en el hábito de la escritura es más sencillo de lo que parece. 

comenzar con el hábito de la escritura
Esta vez muy dentro de mí todo me dice que sí
Contigo - Carla Morrison

Decía -o dice- Martín Caparrós que escribir no es más que elegir palabras. Y sí, si al caso vamos, escribir es eso. Pero qué difícil es, en algunos casos, escoger las indicadas, ¿no? Los que nos dedicamos a esto -en las distintas áreas en las que puede aplicar-, sabemos que no es al azar. Que todo lo que decimos por escrito está ’fríamente calculado’ y pensado. Tener una comunicación asertiva por escrito es saber que ‘buscamos promover’ no es lo mismo que ‘promovemos’, y así muchas expresiones que aunque nos puedan parecer, se dirigen a lo mismo, tienen significados diferentes. Así sea ‘ligeramente’ diferente.

En todo caso, Caparrós tiene razón en que las palabras que elegimos, nos definen. Yo siempre he dicho que soy mejor escribiendo que hablando. Aunque me encanta dar clases. Fallo, sobre todo, en el tema del storytelling. Cuando voy a dar una ponencia hablada o me toca improvisar, me cuesta mucho ser concisa y asertiva. Todavía no llevo mi storytelling escrito a lo oral, y sé que debo trabajar en ello. En cualquier caso, sé que hay personas a las que les pasa al revés. O a las que les cuesta mucho desarrollarse creativamente en el ámbito textual. 

Escribir es un hábito que podemos potenciar, no solo a fines profesionales, para desempeñarnos mejor en nuestro trabajo, sino para fines personales. Porque escribir salva. Escribir te hace poder ver, de alguna manera, de forma tangible lo que ocupa tu mente -y hasta tus emociones-. Ahora, ¿cómo comenzamos? Y aquí vamos a volver a Martín porque no hay más nada que hacer que poner una palabra tras otra. Y hacerlo. Solo hacerlo.

5 consejos para comenzar con el hábito de la escritura 

1. Agéndalo

Una de las excusas más populares que tenemos cuando se trata de potenciar nuestros hábitos creativos es que ‘no tenemos tiempo para eso’. Escribe en tu agenda, planner o cronograma ‘escribir’ como una tarea. Si eres de los que son fieles a su To do list o planificación, deberás cumplir. Así, poco a poco vas a ir teniendo ese espacio de manera más consciente. 

En algunos casos vas a sentir que puedes estar «haciendo algo más importante o hasta ‘productivo» con tu vida en lugar de estar escribiendo, no te autojuzgues. No te permitas estos pensamientos saboteadores. La escritura te va a permitir poder desenvolverte mejor en tu día a día y contribuir a tu bienestar. Ya eso lo hace incluso mejor que «productivo» y sin duda, importante. Así que si eres una persona que religiosamente cumple lo que dice en su agenda -o lo intenta- plantéate escribir como una tarea diaria hasta que surja o fluya solo como un hábito.

Para mi ya es un hábito y aún lo sigo escribiendo en mi agenda como lo primero que hago al levantarme.

2. Como Nike: Just do it

Al final, Caparrós tiene razón y escribir es simplemente hacerlo. Luego le damos forma, luego lo mejoramos, luego se vuelve ‘la versión oficial’, y si es que tiene que haber una versión oficial; e incluso si es que tiene que terminar en un texto para publicar -a veces simplemente escribimos para nosotros-, sea lo que sea que quieres hacer con lo que escribas, lo que importa es comenzar a hacerlo. Algunas técnicas para comenzar a atreverse:

  • La escritura cronometrada: se trata de poner el cronómetro, temporizador, alarma o lo que tengas a la mano en la cantidad de tiempo que quieras y comenzar a escribir cualquier cosa que se te pase por la mente sin detenerte. A Natalie Goldberg se le conoce como la propulsora de este método y muchas personas -including me- comenzaron a agarrarle «el gusto» -aunque yo prefiero decir el hábito- a la escritura con esta metodología.

    A veces -o casi siempre y sobre todo al principio- lo que escribes no tendrá sentido, pero esta técnica se trata de soltar la mano y la pena. Es un ejercicio en el que desarrollamos también la creatividad porque a veces para cumplir con esos minutos, que cuando estamos frente a la hoja en blanco se alargan, comenzamos a inventar cosas que luego nos pueden servir para nuestros proyectos creativos. O simplemente para conocernos.
  • Las páginas matutinas: igual que la anterior se trata de tener un límite impuesto. En este caso no es temporal, sino en cuanto a la escritura de tres páginas diariamente. No importa con qué las llenes. Julia Cameron en El camino del artista propone este ejercicio como la actividad principal de un creativo en su día. Nos invita a hacerlas al levantarnos y dejar fluir. Tres páginas de flujo de conciencia.

    Estas dos metodologías, más allá de una técnica, son herramientas para potenciar nuestra inteligencia emocional, porque logramos trasladar al papel cualquier pensamiento que tengamos; y por supuesto, potencian nuestra creatividad. Llevar un diario es un ejercicio personal increíble para aprender a conocer nuestras emociones y cómo vamos evolucionando y desarrollándonos mentalmente. También surgen ideas que podemos aprovechar para otros espacios y estamos dejando recuerdos más tangibles de momentos importantes para nosotros, quizás en 20 años sea una experiencia muy emotiva volver a lo que escribimos hoy.

3. Encuentra un lugar en el que te sientas cómodo y sea inspirador

A veces estamos abrumados o asociamos algunos lugares con trabajo u otros quehaceres que no nos hacen sentir cómodos o que estorban en nuestra mente cuando nos disponemos a accionar sobre la hoja en blanco. Al principio, para algunos -incluyéndome- es difícil dejar salir la musa en cualquier lugar o sienten un poquito de vergüenza de sacar el journal si hay mucha gente alrededor -me pasa-. Si tenemos un lugar en el que las condiciones estén dadas y nos dispongamos a eso, todo fluirá mejor. Puede ser incluso tu habitación.

Quizás al principio se siente un poco como que nos escondemos, pero poco a poco vamos dejando atrás la vergüenza (esa que puede venir deriva del «puedo estar haciendo algo más importante o productivo») y nos comenzamos a atrever a hacerlo cuando nos naza, donde nos nazca.

4. Participa en retos o challenges de escritura

Yo comencé con la escritura cronometrada en 5 minutos para obligarme a escribir diariamente en mi journal y luego me conseguí con las 100 ideas para un diario de Keri Smith. Se trata de cumplir con una de esas consignas diariamente, no todas son de escritura, pero sin duda retan la creatividad y eso también repercute en nuestro hábito de escribir. Tener un reto implica tener la motivación para cumplirlo, así que es un buen impulso.

5. Haz tu propia lista de disparadores y elige uno diariamente

Llamamos disparadores a consignas que nos impulsan a escribir sobre algo. Por ejemplo: ¿qué tienes puesto hoy? y a partir de eso escribir. Tus propios prompts pueden nacer a partir de preguntas que te haces a ti mismo. Pero si todavía no se te ocurre nada, en la web de escritura de Aniko Villalba, escribir, pueden encontrar muchos para copiarlos o inspirarse y hacer los propios. Como yo que hice mi propio reto de 30 días de journaling.

En fin, no hay excusas para no comenzar con el hábito de la escritura o el journaling.

“En última instancia escribir es elegir una palabra y después otra y otra. Cada palabra que elijo es una decisión que me define”.

Si quieres comenzar con el hábito de la escritura y necesitas otro empujoncito…

Escribir mi año – Journal

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