Más que una review sobre el libro, las lecciones que aprendí de El albergue de las mujeres tristes de Marcela Serrano
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Uno de los libros que, sin dudarlo ni un minuto, incluí en mi top 10 de libros del 2023. Fue una de las novelas que leí durante el año y parte de las cinco que incluí en la selección. Las otras fueron: La ridícula idea de no volver a verte, Comer Rezar Amar, Paula y La biblioteca de la medianoche. Todas me encantaron y puedes leer las lecciones que aprendí dando click a cada título.
Con El albergue de las mujeres tristes no sabía qué esperarme. Lo comencé a leer para cumplir con la premisa de septiembre del reto de lectura del 2023: un libro sobre vacaciones o verano. Aunque no era en específico de vacaciones, la protagonista se va a pasar una temporada en un albergue, entonces decidí que funcionaba.
Es un libro sobre ser mujer, las relaciones y, por supuesto, las emociones y cómo nos vinculamos con los hombres. Una historia sobre el amor, desde cierta perspectiva. Hay momentos en donde no puedes parar de leer porque quieres saber qué pasa en esa escena o cómo es que va a terminar.
Este es el tercer libro que leo de Marcela Serrano y está en el segundo puesto. El primero es Para que no me olvides, porque me ayudó a transitar un duelo y el tercero Nosotras que nos queremos tanto. Sin embargo, rescato de esta autora que todo lo que escribe es muy fluido de leer y una palabra te lleva a la otra sin esfuerzo. Te terminas sus libros con mucha ligereza. Lo que no quiere decir que sean superficiales o no traten temas profundos.
Las lecciones que aprendí de El albergue de las mujeres tristes de Marcela Serrano
- Es que las mujeres, Floreana dice El mientras caminan hacia el pueblo ya no quieren ser madres de sus hombres… y tampoco quieren se sus hijas.
- Y qué quieren ser?
- Pares. Aspiran a construir relaciones de igualdad que sean compatibles con el afecto.
Los viejos códigos del amor ya no sirven, y los hombres no han dado, o nosotras mismas no hemos dado, con los nuevos.
La memoria es mas potente que el recuerdo. La memoria quedará en los textos, el recuerdo no.
El dolor no tiene lenguaje.
Floreana detesta esperar. La irrita que su ritmo interno no coincida con el del mundo.
Que lo que cura es el goce de la soledad, y a la vez, de sentirnos tan acompañadas.
La única memoria es el cuerpo que arroja su propia luz sobre los recuerdos amnésicos.
Una mujer entrenada es como un lugar peligroso: uno puede ir quedándose allí sin darse cuenta.
A pesar de que nadie me haya señalado todavía cuánto importa el encanto en la vida, sospecho que no es un elemento a desechar.
La espalda acumula todo lo que no queremos enfrentar.
La única forma de vivir abierta a tomar el destino en las manos para que no se arranque es estar alerta a las sincronías que en él se den.
El poder es erótico.
Que lo único que aprendemos de las historias personales es que nunca aprendemos de ellas.
En el dolor ya no hay palabras que frenar, porque en el dolor no hay lenguaje.
No olvides que la memoria es una obstinada falsificadora.
Cultura es todo lo que un hombre puede construir entre el polvo y las estrellas.
Uno solo puede casarse en la calma y en la quietud, jamás en la pasión.
Recuerda que puedes leer otras lecciones de otros libros aquí.
