My life as Carrie Bradshaw y un recuerdo sobre usar un calzado respetuoso con tu cuerpo y necesidades.

"Amar la disciplina que conocemos y permitir que nos sostenga" Marco Aurelio

Cuando era pequeña usé botas ortopédicas. Las de manguera. Dos tubos que salen de un cinturón y terminan en el calzado. No recuerdo mucho la edad exacta. Sería entre los ocho y once años. Sé que fue antes de entrar al Bachillerato, pero en los últimos años de la escuela básica. Una edad que dirían es importante para adentrarse en la adolescencia luego. Recuerdo que cuando el médico nos lo dijo, me puse a llorar y ni siquiera sabía lo que significaba bien el tener que usar dicho aparato. 

Solo sabía que tenía que usar algo que nadie más usaba. O al menos nadie que yo conociera. Y creo que, de hecho, en mi infancia a la única persona que vi con esto fue a mí. Incluso tiempo después puedo decir que no he visto a demasiada gente con botas ortopédicas de manguera. Me alcanzan y me sobran los dedos de una mano. A mí me las recetaron porque al parecer era hiperflexible, por lo que no caminaba como debía y eso podía traer muchas consecuencias a futuro. La verdad es que ahora que hago yoga no veo mucho esa flexibilidad, pero eso es otro tema.

Viendo hacia esa época reitero dos cosas: la primera, la personalidad tan fuerte que tengo desde siempre y la seguridad que ha reinado en mí deben ser biológicas o en efecto los planetas se alinearon para que fuese así, porque a esa edad, soportar tener botas con mangueras y cualquier cantidad de sobrenombres o chistes al respecto, y que no haya tenido ningún trauma o consecuencia en mi autoestima, me parece impresionante. Es decir, más allá de haber llorado cuando me dijeron que las tenía que usar y quizás un par de incidentes, no recuerdo haberla pasado mal en el colegio por las botas. 

Lo segundo, lo importante de utilizar un calzado respetuoso con tu salud. Desde ahí entendí lo indispensable que es que todo esté equilibrado: mente, espíritu y cuerpo. Aunque era muy pequeña, esto me enseñó mucho sobre la salud y lo que creemos que no importa demasiado pero la verdad es que sí. Desde ahí comencé a ser selectiva con mis zapatos. Por supuesto, también influye el tema de que por al menos dos años de mi vida solo usé un par. Pero cuando salí de eso, al contrario de volverme loca y querer comprar o ponerme todos los que no había podido, comprendí la importancia de los zapatos en un outfit o nuestra vida. 

Hoy puedo decir que sigo siendo bastante selectiva con los zapatos que utilizo. No escojo nunca zapatos que sean incómodos para mí o que hagan que luego de usarlos me duela el pie. Así como estoy cada vez más estricta con que mi ropa me quede perfecta, lo soy con mis zapatos. No quiero nada que no se sienta que me calza como un guante – o una media-. Nada que no me haga sentir segura o que es satisfactorio tener esa pieza puesta.

Ningún zapato que no sienta que es mi zapato favorito o esté demasiado emocionada por usarlo.

Hoy, comparto https://www.caclesbarefoot.com/collections/sneakers como una marca con zapatos respetuosos con tu cuerpo y, además, con el ambiente. Dos en uno.