Encuentro inspiración haciendo

Lo más constante que he hecho este año ha sido escribir. Y ha sido una rutina tan arraigada a mis días que cuando paso mucho tiempo sin hacerlo, comienzo a sentirme desorientada y abrumada. Escribir me ha salvado de muchas cosas. Ha sido el mecanismo de regulación, autocontrol y entendimiento que he tenido con respecto a muchas situaciones. Detenerme a poner en palabras lo que estoy sintiendo me ha ayudado a visualizar en qué debo trabajar más para optimizar mis emociones.

Ahora me está pasando que estoy saliendo más que antes, evidentemente. Han pasado casi ocho meses desde que decretaron la cuarentena y entre flexibilización, intentar trabajar en la nueva normalidad e ir retomando poco a poco algunas costumbres sociales, la inversión de energía destinada a escribir diariamente está siendo afectada, porque aunque la mayoría de las veces lo hago en las mañanas, ya que es la mejor forma de organizar mi día; cuando lo dejo para la tarde después de un largo día, el cansancio toma protagonismo y no es lo mismo poder concentrarme en ello mientras todos duermen, que hacerlo cuando todo el peso del día está sobre mis hombros.

Aunque debo confesar que a veces soy presa de una necesidad desesperada de escribir a cualquier hora y lo hago, la verdad. El punto de todo esto es que semana tras semanas he ido llevando ese seudo control, o más bien, ese registro de emociones, situaciones o hitos que contar. Me resulta para ver el avance que he hecho y qué cosas aún tengo que mejorar o sanar.  Me da paz y estabilidad. Este año voy por el sexto cuaderno, es sorprende porque los años anteriores apenas si llenaba dos o tres.

Por supuesto, he estado más en casa y no solo he escrito más, también he practicado con las acuarelas y he tomado la costumbre de hacer una vision board (o más bien moodboard) en cada inicio de mes. De vez en cuanto sólo escribo frases o quotes, y así vamos. También tengo mucho en cuenta los ciclos lunares para hacer intenciones o escribir cosas que quiero manifestar según esa energía. Aunque no sepa tanto de astrología y a veces suene demasiado banal tener en cuenta esto, ha sido un buen complemento para mi autoconocimiento.

Hoy puedo compartir eso con las personas que quieran iniciar su journal: escriban cómo se sienten, hagan vision boards o moodboards que respondan a lo que están sintiendo, a veces nos expresamos mejor a través de imágenes, dibujen, así sean líneas al azar; cuando vuelvan a todo esto, entenderán cuánto han avanzado, todo lo que han superado y cómo a veces creemos que no avanzamos, pero resulta que, aunque sea poco a poco, vamos logrando todo lo que queremos. Crean y creen. El otro día en un momento de escribir en automático me salió un: encuentro inspiración haciendo, y lo he convertido en otro mantra de vida.