Consideré el 2016 como el mejor año para el blog hasta la llegada de este 2017, que fue mucho de lo mucho mejor.

Cada vez que me siento a hacer el post de despedida del año, leo el de los anteriores (2014, 2015, 2016). Es impresionante como me paseo por cada estado de ánimo según cómo haya terminado esa época. Es decir, cada post es un sentimiento distinto que vuelve a mí tal y como si estuviese ocurriendo en el momento. El 2016 lo cerré con el ánimo al mil porciento. Motivada, feliz. Lo había considerado el mejor año para el blog ¡y apenas si lo que se venía para el 2017 eran solo deseos! Lo único que me vino a la cabeza cuando leí que el año pasado fue el mejor para el blog, es que como este 2017 había sido mucho mucho mejor que el pasado, lo que esperaba es que cada año se cerrase con ese sentimiento de que fue mejor que el anterior. 

Espero nunca sentir que fue peor, o igual. Nunca estancarme y siempre crecer. 

A veces siento que es inexplicable todo lo que ha crecido el blog durante este año o todas las oportunidades que he tenido. Pero la verdad es que todo esto es el resultado de la constancia y el trabajo duro. ¿Que tengo que trabajar mucho más para obtener más cosas? Claro que sí. Y lo haré. Pero el primer paso es entender que merezco todo lo bueno que me ha ocurrido, agradecerlo y saber puedo esforzarme para merecer más. Estoy demasiado satisfecha con todo lo que ha pasado este año. Tuvo sus aspectos negativos o no muy buenos, pero parte de todo lo que he practicado durante este 2017, es a no darle fuerza ni invertir energías en las cosas malas. Siempre hay que fijarse en lo bueno. Hay siempre algo que agradecer. I’m receiving right now. And always.

Fue un año difícil para los venezolanos y sería egoísta de mi parte no nombrar, si quiera, todo lo que vivimos durante cinco meses. O lo que vivimos a diario. Sería desconsiderado con todas esas familias que deben cerrar el año con un miembro -o varios- menos en su familia. Es duro, pero de estas situaciones se forjan las personas valiosas. Las muertes de inocentes siempre nos parecerán inexplicables, inoportunas y muy injustas. Y aunque suene muy conformista y triste, lo único que podemos hacer es trabajar en lo que nosotros podemos controlar. Y todo lo que ocurrió y ocurre en el país no está del todo en nuestro poder.

Contra ello solo podemos esforzarnos en cambiar nosotros. En convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos y promover la buena vibra de tratar y ser tratado con cariño, educación y respeto. Esos pequeños cambios son los que juntos hacen uno grande y lo que sí podría lograr que se pueda promover una mejor vida. También depende de muchas cosas más, no me puedo engañar. Pero en esencia, el querer vivir bien, feliz, tranquilo y satisfecho depende de lo mucho que podamos disfrutar de los pequeños placeres. De entender que podemos hacer mucho con poco y que al que obra bien y mantiene su energía y corazón enfocado a lo positivo, tarde o temprano todo lo que merece le llega.

Si tuviese que destacar cosas malas de este año, porque no todo fue felicidad y buenas oportunidades, y Ustedes también merecen saber «lo malo», tendría que contarles sobre los robos que vivimos durante este año. Destacando el de principios de año en la playa y el de la camioneta de mi papá en noviembre. Sin decir que a familiares y amigos también les ocurrieron cosas muy feas con respecto a la inseguridad venezolana. Además, a mi abuela -la única que me queda- le diagnosticaron Alzheimer y estamos tratando de aprender a vivir con ello.  Sí, no todo es que me pasen cosas buenas, pero como ya dije, he aprendido a disfrutar de ello, saber que me están dejando alguna experiencia positiva y a hacer dentro de lo que esté en mis manos y yo pueda controlar. 

Y así se cierra este año 2017. Sintiéndome más agradecida que nunca con mi familia, mi novio, mis amigos, todas las marcas que trabajaron conmigo durante este año y las que lo van a querer hacer para el próximo. Gracias de antemano. Gracias por confiar en mi y apoyarme. Por ayudar a hacer mis sueños y metas una realidad. Por hacerme feliz. 

Mañana se enterarán de mis resoluciones de año nuevo, así que no, no hay vacaciones en MichelleUz Blog. Seguimos trabajando duro y fuerte para que, evidentemente, el 2018 sea mucho mejor que este 2017. Y les deseo lo mismo a Ustedes. Repetiré una frase del 2015: «más allá de un mejor año, uno donde aprendan y se acerquen un poquito más a eso que quieren a largo plazo, que se conviertan en la mejor versión de ustedes mismos sin dañar a terceros y que todo eso por lo que han trabajado les vaya llegando.»

¡Feliz noche vieja y un próspero, exitoso y lleno de felicidad 2018!

Gracias siempre por tanto. 

Los quiero mucho,

M.