Hacer una vision board es una excelente herramienta para enfocarnos en nuestras metas pero no es suficiente

vision board
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Una vez leí  que los hábitos nos construyen y esta frase volvió a mí en estos días o, mejor dicho, en una de las noches en las que estaba leyendo Hábitos Atómicos, porque aunque hay mucha información en el libro que ya practicaba muy a lo autodidacta, hay demasiada que estoy integrando para poder mejorar esos hábitos o incluir los que aún no logro. Y eso que apenas voy por el capítulo 9. 

Leo por las noches y pienso cómo alcanzar esa integración de forma exitosa durante el día. ¿Cómo puedo ser mejor con mis hábitos? Más allá de la narrativa alrededor de ellos, ¿cómo puedo ser mejor para sentirme mejor yo y poder desenvolverme en mi cotidianidad con placer? Aunque ya tengo muchos, siguen existiendo hábitos o prácticas que quiero implementar en mi vida. Comportamientos con los que no he sido constante o que incluso me han costado comenzar.

Acciones que sé que me pueden llevar a mis metas, pero aún no trabajo en ellas. Porque de eso se trata tener hábitos, ¿no? de poder crear y vivir la vida de nuestros sueños (una frase que repito y me encanta). Mi sueño, mi vida. Esas imágenes que tengo en mi vision board pero que sé que solo haber hecho un collage bonito no es suficiente, porque aunque lo haya plasmado, esta es una herramienta de motivación que impulsa los hábitos que me llevaran a cumplir todo lo que está ahí. Sí, hacer solo una vision board no es suficiente si no actuamos.

¿Qué es una vision board?

La traducción literal es “tablero de visión” y se podría decir que es la verdadera definición. Una pizarra o cartelera en donde plasmas todo lo que quieres lograr para tenerlo a la vista y que te mantengas enfocado en esas metas o sueños que quieres lograr. Es una de las recomendaciones cuando se habla de “manifestar” o de concentrarnos en metas específicas.

En lo personal, para mí es un ejercicio creativo para apoyar el impulso de las metas o sueños que escribo y por eso tengo una metodología muy mía para hacerlas. Aunque quizás no he inventado el agua caliente. 

¿Cómo hago una vision board? 

Para mí consiste sólo en tres pasos (puedes ver un vídeo más corto sobre cómo hacerlas en mi Instagram):

  1. Hacer journaling sobre las cosas que quiero lograr. O una lista de sueños y metas 

Esto me permite ver “tangiblemente” lo que creo que deseo y preguntarme si ciertamente sí es lo que quiero o tenerlo de una forma mucho más clara. También me permite priorizar qué cosas son más o menos importantes para mí, porque no siempre deseamos con la misma fuerza lo que queremos lograr. 

Recomiendo no hacer una lista demasiado larga porque cuando tenemos la mente en demasiadas cosas, puede costarnos enfocar y realmente trabajar por lo que queremos. Me gusta más poner energía en 3-5 cosas que usualmente son “big deal”, es decir, un asunto bastante grande, pero que puedo ir trabajando poco a poco.

  1. Busca las imágenes que lo representen o transmitan esos sueños y metas

Yo soy 100% manual y prefiero hacerla en físico con revistas, libros o recortes de cosas que transmitan esas metas que tengo. Me encanta la actividad de recortar y pegar porque me conecta mucho conmigo y es un momento en donde mi creatividad se expande demasiado, pero también puedes hacerla en alguna plataforma digital como Canva o programas como Photoshop o Illustrator si sabes cómo utilizarlos. 

Pinterest es una herramienta increíble para conseguir imágenes y darte, además, muchas otras relacionadas a esa primera que buscaste. Es mi banco (que no es un banco de imágenes como tal porque ahí basicamente copiamos el contenido de otros) favorito para proyectos personales en los que no siento que estoy violando los derechos de autor. 

  1. Hacer el collage: organizar y pegar las imágenes

Una vez hayas juntado todas las imágenes que creas que son suficientes, organízalas como quieras y procede a pegarlas.

Listo, es todo. 

La idea es ponerla en un lugar visible y que esto te motive a estar enfocado en esas metas. Pero no tan rápido, si no tenemos consciencia de nuestros hábitos y de cómo podemos llegar a esas metas con nuestros recursos, una vision board no sirve de nada. 

Ya hice mi vision board, ¿y ahora qué?

No pienses en esas metas, piensa en los comportamientos que te van a llevar a esas metas. Esa la clave. Y aunque ya lo había pensado y leído, me encantó que en Hábitos Atómicos te muestren cómo esto es lo que funciona (al menos para ciertas personas, claro).

Si quieres comprar algo para lo que necesitas ahorrar (una casa, un carro, un viaje, etc) no pienses en el monto final que representa porque puede ser súper abrumador, sobre todo si no cuentas con una cantidad ni remotamente parecida hoy, piensa en que aunque sea guardando $1 diarios puedes lograrlo en algún momento. Cuando ya tengas el hábito de ahorrar (por más mínimo que sea el monto) podrás ir aumentando poco a poco la cantidad. 

Si quieres lograr adelgazar o estar en forma no pienses en cómo te vas a ver al final del camino (que, spoiler, no existe tal cosa porque la vida solo termina cuando se termina), sino en cómo te vas a sentir cada día al dedicar al menos 15 o 20 minutos a hacer ejercicio o practicar alguna disciplina de movimiento. De nuevo, pensar en todo lo que quizás tienes que hacer para llegar a “la meta” puede ser abrumador, pero ir acumulando de a poquito traerá resultados cuando menos te los esperes.

Y así, con todas las metas que tengas, piensa:

¿Cuál es el hábito o comportamiento que me puede llevar a alcanzar esta meta? 

¿Tengo que deshacerme de otros hábitos o implementar algunos nuevos?

¿Tengo alguna creencia negativa o limitante alrededor de este hábito?

¿Cómo puedo incluir ese hábito en mi vida actual?

¿Cómo creo que esto me hará sentir y es como me quiero sentir? 

Son solo algunas preguntas, porque en resumen, y quizás luego hablemos de eso, todo se trata de lo que hacemos día a día de forma constante. Quizás no todos los días, pero sí con la frecuencia suficiente como para sentirnos seguros y encaminados a las cosas que queremos lograr. Eso es crear y vivir la vida de nuestros sueños: tengo claro quién quiero ser y qué quiero lograr, y todos los días trabajo por ello, así que ya soy y lo lograré. En lo personal, no se trata de llegar ahí, sino del camino…