Hospedaje, comida, transporte y otros temas que tienes que saber antes de viajar a Lima.

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Young Folks - Peter Bjorn and John 
viajar a Lima
Cortesía de Wikipedia

Lima se detiene cuando la selección nacional juega. Eso lo aprendes, con suerte, en menos de una semana en la ciudad. Y si pierden, los peruanos no quieren comer, no salen, se amargan, la tristeza está en el ambiente. No importa si es un partido amistoso. El fútbol los mueve como pocas otras cosas.

Una vez hayas aprendido eso, debes saber que Lima es enorme y que puede hacer referencia a 1) Uno de los 24 departamentos del Perú, 2) Una de las 10 provincias del Departamento de Lima o 3) Uno de los distritos de la Provincia de Lima. Lo que resulta confuso. Puedes estar en el Distrito de Lima de la Provincia de Lima del Departamento de Lima. O en el Distrito de Tal cosa en la Provincia de Lima del Departamento de Lima. O en el Distrito de Tal cosa, en la Provincia de Tal cosa, en el Departamento de Lima.

Ilustrémonos con un mapa

Todo este mapa es el Departamento de Lima y sus provincias. Como verán, ahí está la Pronvicia de Lima. Esa Provincia se divide, además, en 43 distritos de los cuales uno lleva el nombre de Lima -sí, también-.

Estuve exactamente 120 días en Perú de los cuales al menos 110 los pasé en Lima. Logré conocer ciertos lugares a profundidad y existen decenas de otros que ni siquiera vi de lejos. Lima es enorme y en algunos casos, cara para los que tengan un sueldo base peruano como fue mi caso. Viajé con $300 usados en transporte terrestre desde Venezuela. $170 de ida y $130 de regreso. Todo lo que consumí en la ciudad lo produje ahí.

(El viaje a Cusco si fue financiado en su totalidad por este trabajo y gastamos alrededor de $500 pero eso es otro cuento.)

La verdad, no hice mucho turismo comercial en Lima, pero logré conocer las dos caras de la moneda: los distritos más pobres y los más pudientes. Eso era parte del objetivo de este viaje.

En total, pude visitar aproximadamente 23 distritos de 43, incluyendo: Comas, San Juan de Lurigancho, Los Olivos, San Martín de Porres, Carabayllo, Independencia, Lima, Rímac, San Miguel, San Borja, Breña, Surquillo, Santiago de Surco, Barranco, Chorrillos, Miraflores, Jesús María, Lince, San Isidro, La Victoria, La Molina, Lurín, Punta Hermosa.

Todo lo que leerán a continuación está basado en mi experiencia y el análisis a partir de ello. No hablo de lo que no viví. Por otro lado, hay que considerar que durante mi estadía en Perú el cambio del dólar estuvo en 3.33 (y las últimas semanas subió a 3.36).

Consejo antes de leer todo lo demás: en Perú se regatea, a veces, hasta el pasaje.

Guía para viajar a Lima

El hospedaje

Como en todos los lugares del mundo existen de todos los precios y depende de las comodidades que quieras. Hacia las zonas menos turísticas consigues hostales “de mala muerte” hasta en 10 soles ($3) por persona, pero si vas como turista no es recomendable porque todo lo “bonito” queda lejos de esas zonas y lo que te ahorras en el hospedaje lo usarás en transporte.

Hacia el Centro y los destinos populares los precios suben un poco, pero sigues consiguiendo al menos en 30 soles ($10), quizás menos si regateas. Como dije, todo puedes regatearlo. Si quieres lujo existen hoteles 5 estrellas como el popular Marriot, ubicado en Miraflores, plena zona turística.

Sin embargo, no puedo hablar mucho al respecto porque yo me quedé en el departamento de mi mejor amiga. Vivíamos alrededor de seis personas en un apartamento grande de tres cuartos y cada uno pagaba 150 soles al mes incluyendo servicios como el agua y gas. Queda hacia el norte de la provincia de Lima. Todo me quedaba a distancias exageradas y para ir a esas zonas más agraciadas podía gastar desde 1,5 ($0,50) soles hasta 4 ($1,20) solo de ida. No obstante, tener cocina nos ahorraba un montón así que terminó siendo una buena opción.

Para definir el hospedaje te recomiendo tener en cuenta primero que nada el motivo de tu viaje, porque es lo que te va a permitir saber cuáles son las zonas a las que tendrás o querrás ir. Segundo tu relación presupuesto comodidad, para entender qué estás dispuesto a sacrificar por qué otra cosa. Por ejemplo, si decides quedarte en un hostal barato a cambio de estar cerca de las zonas que quieres visitar y ahorrar en pasaje. O si prefieres algo más cómodo lejos para ahorrar en estadía, pero gastar en pasaje.

La comida

También hay de todo y depende mucho de la zona en la que te encuentres. En Los Olivos e Independencia (cerca de Plaza Norte) y otros distritos más lejanos como San Martín de Porres y Comas, con menos de 10 soles ($3) podías almorzar completo: entrada, plato principal y bebida. Quizás hasta en pleno Centro se pueda conseguir un precio alrededor de 10.

Ahora, si vas a zonas netamente turísticas el precio se doblaba. En Barranco el menú más económico que conseguimos fue de 16 soles ($4,80). Un combo de McDonald’s cuesta alrededor de 15 ($4,5) soles y el menú del día (solo hamburguesa) 5,50 soles ($1,60). La comida callejera suele ser bastante económica. Puedes desayunar un mini-pan relleno con 1 sol ($0,30). Lo mismo con los almuerzos, un plato “combinado” (arroz, pasta y alguna proteína) desde 3 soles ($1).

Hay de todo para comer en la calle. En los restaurantes lujosos los precios son exorbitantes para los presupuestos bajos. Solo una vez comimos en uno y fue porque nos invitaron.

A nosotros nos salía mejor (siempre) preparar nuestras comidas en la casa ya que con 5 soles ($1,50) podíamos preparar un almuerzo para dos personas. Por ejemplo, algo sencillo como pasta Boloña con tajadas. En parte porque vivíamos en una zona de clase baja, muy cerca de los famosos mercados Unicachi y a par de cuadras de un Plaza Vea (cadena de supermercados). Nos ahorrábamos muchísimo, comíamos un poco más sano y podíamos invertir en otras cosas. Por supuesto, a veces nos dábamos nuestros gustazos.

En general, si tengo que recomendar una opción con la comida es prepararla tú mismo, al menos el desayuno y la cena. Porque con 1 sol ($0,30), depende de la zona, puedes comprar entre 4 y 7 mini panes, con otro sol comprar “jamonada” (como una especie de mortadela) o comprar un pedazo de aguacate maduro.  Por supuesto, no todos los días se puede comer así, pero es un ejemplo de lo económico que es hacer un mercado. Nosotros comprábamos bastante moderado, pero con algunos gustos puntuales y gastábamos alrededor de 120 soles al mes.

El transporte

Una de las cosas que más amas y odias en Lima es el transporte. Hay tráfico horrible a casi toda hora y todos manejan desenfrenadamente, pero te llevan a todos lados y a casi cualquier hora. De verdad, a donde sea que vayas hay algún sistema de transporte que te puede dejar ahí. El pasaje más económico del transporte público cuesta 0,50 soles ($0,15) y lo más caro que llegué a pagar en un autobús fueron 5 soles ($1,50) directo desde Chorrillos hasta Comas (atravesé como seis distritos, o hasta más, y tardé como 2 horas y media para llegar).

Lo que más me gustó de ir por un tiempo indefinidamente definido fue poder moverme en el transporte público como una local (aunque cuando llegase a una zona desconocida igual terminara preguntando como turista). Primero porque también ahorras muchísimo (la tarifa mínima de los taxis es de 5 soles ($1,50) y en la Provincia de Lima todo queda bastante alejado) y segundo porque me encantaba empaparme mucho de la cultura peruana según cómo son las personas en el transporte público.

En nuestras últimas semanas el sistema de transporte Metropolitano fue nuestro predilecto. Es parecido al Metro de Caracas, pero son autobuses gigantes que te llevan de una estación a otra y tienen su propio canal para circular rápidamente. Siempre estaba extremadamente lleno (como el Metro de Caracas) pero te llevaba directo y rápido a todos lados. Para mí, es la mejor forma de viajar en transporte público desde el Norte hasta todos los demás distritos.

Además, cuando preguntas o investigas por internet sobre las direcciones a muchos destinos, todos te dan como referencia estaciones del Metropolitano, por lo que se hace extremadamente fácil moverse en la ciudad.

Algo que hay que destacar sobre el transporte es que en general el peruano es muy flojo para caminar (ellos mismos me lo decían) y si preguntas por algún lugar que quede a unas pocas cuadras (es decir, que puedas llegar caminando si así lo quieres) él te va a mandar a agarrar una famosa combi. Así que, si eres como yo que disfrutas de caminar, te recomiendo siempre preguntar las distancias y qué tan seguro es ir paseando por el lugar.

La gente

Hay más de medio millón de venezolanos en Perú y es probable que más de la mitad estén ubicados en Lima, así que se han corrido muchos rumores y situaciones de xenofobia. Muchos venezolanos no se “portan tan bien” y eso ha creado un clima de desconfianza general. Hay muchas personas que han tenido experiencias pésimas en Lima. Yo no las subestimo ni desprestigio, pero yo no tuve ningún episodio xenófobo en cuatro meses. Más bien todo lo contrario, todo el mundo fue extremadamente amable a todos lados que iba.

Y no, no todos los peruanos lucen como indios o asiáticos. Esta es una de las preguntas que más me hacen y que más me ofende como persona que respeta otras culturas. Al igual que todo lo demás de lo que he hablado, depende mucho de la zona. Lima es enorme, Perú también lo es. También tuvieron proceso de conquista y mestizaje.

Lo mismo con su forma de hablar, varía según su nivel de educación, trabajo o incluso la misma personalidad. En general, todo el mundo es bastante educado y te trata de “Usted” y “señorita”, aunque sí hay sus casos de personas odiosas, como por ejemplo muchos cobradores y choferes, pero no es por xenofobia, es que son así hasta con sus mismos paisanos. Y de esas personas hay en todos lados del mundo.

Personalmente pienso que el peruano promedio es extremadamente servicial, trabajador, respetuoso y amable.

Plus: la jerga

Hay ciertas palabras o expresiones a las que nos debimos acostumbrar para poder tener una comunicación asertiva. Los peruanos usan el “ya” para casi todo. Si les comentaste algo y entendieron dicen “ya”, si les dices gracias te responden “ya” y así para muchas otras ocasiones. A mí en lo particular me costó mucho acostumbrarme a decir “gracias” y que ellos me respondieran “ya”. A veces me parecía molesto y todo.

Un pata es un “pana” o amigo para el resto del mundo. “Al toque” quiere decir que es debes hacer la acción para ya. Es muy común que los cobradores te manden a subir al autobús “al toque”, es decir rápido. Para pedir “la parada” se dice “baja” -lo más duro que puedas porque nunca escuchan- y “la parada” es en realidad “el paradero”.

Si le dices “derecho” a un taxi se va a meter a la derecha. Debes decirle “de frente” si quieres que siga recto. La grosería “arrecho” en Venezuela se usa para decir que la persona está molesta y en Perú no es grosería y se utiliza para la excitación. O sea, si dices “estoy arrecho” es porque estás excitado, caliente, horny o como prefieras.

También utilizan mucho el “oe” para hacer llamados de atención. “oe tú” como “oye tú”. O simplemente un “oe” para aclamar tu atención. Ah, y los diminutivos… ¡para casi todo utilizan diminutivos! Es común escuchar en los precios “un solcito”, “dos solcitos”, y así. “Señor” o “señora” se convierten en “seño” o “señito”.

Si incluyo los lugares que conocer aquí se haría demasiado largo el post, así que la guía para viajar a Lima segunda parte se centrará en eso.


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